Marcaje al PNV. Arrecian las quejas ante un eventual bloqueo del camino hacia el final de ETA. Es curioso, estas reacciones se repiten cada vez que el PNV busca implicar a la Moncloa en una actitud que acelere el curso de esta etapa final del terrorismo. Basta con revisar las hemerotecas. Tras las dos ocasiones en las que Urkullu ha estado con Rajoy para demandarle una gestión más intensiva de la oportunidad de paz, el MLNV ha querido transmitir precisamente lo contrario: la sombra de un bloqueo del que el PNV sería responsable.
El severo marcaje de la izquierda abertzale a los movimientos del partido nacionalista es evidente. Formalmente, la pugna se libra en el ámbito del final de la violencia, pero el MLNV quiere que este final se realice al servicio de un nuevo proceso de conflicto que llama ampulosamente ‘proceso democrático’. En el fondo, por lo tanto, conviene no perder de vista que el MLNV ambiciona la supremacía política (sumando poder institucional al ‘poder popular’ de sus organismos satélites) para intensificar una espiral de polarización frentista que se extienda a todo el país. De todos es conocido el conflictivo resultado de su experiencia supremacista, tras un año de gestión de Bildu, en Gipuzkoa. Sigue leyendo